La receta que os presento hoy es un clásico en mi casa.
La receta no es mía, es de mi suegra y es uno de esos platos que ella borda.
El Chopo guisado en su propia tinta tan tradicional en la gastronomía gallega, es una delicatessen.
La tinta le da un gusto impresionante reforzando más si cabe todo su sabor.
Guardar muy bien esta receta si queréis triunfar en la mesa, os aseguro que dejaréis a todos los comensales con ganas de repetir.
INGREDIENTES
• 1 kg de chopitos
• 1 cebolla mediana
• 1/2 pimiento morrón grande
• 150 g de aceite de oliva virgen
• 160 g de salsa de tomate frito
• 120 ml de coñac
• 1 hoja de laurel
• 1 cucharadita de orégano
• Sal
PREPARACIÓN
1- Lo primero que haremos es limpiar los chopitos.
Para ello quitamos solamente la barquita interior y la boca que está en los tentáculos, sin separarlos del cuerpo, las vísceras no hace falta, ya que al ser pequeños no se notarán, además es donde está la tinta que le dará color y sabor.
Los pasamos por debajo del grifo para quitar todas las arenas que puedan tener.
2- Ahora ponemos una cazuela al fuego con los chopitos limpios, dejamos a fuego medio alto hasta que se vaya evaporando toda el agua, pinchamos para ver el punto de cocción, si aún estuvieran muy duros añadimos medio vaso de agua y repetimos el paso anterior.
3- Mientras tenemos los chopitos al fuego vamos picando el pimiento y la cebolla.
4- Ahora que ya tenemos los chopitos sin agua añadimos el aceite la cebolla y el pimiento y dejamos que se vaya pochando todo junto.
5- Cuando tengamos todo bien rehogado añadimos el tomate frito
6- Hoja de laurel.
7- El orégano y el coñac.
8- Rectificamos de sal y dejamos que hierva a fuego medio para que se evapore el alcohol, unos 8 minutos más o menos, sacudiendo la cazuela de vez en cuando para que no se peguen.
9- Servir calientes, acompañados de arroz blanco.
Buen provecho!
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