Las chulas son típicas de noviembre y de diciembre, pero también del “entroido” (carnaval gallego) aunque hay quien las hace durante todo el año, como es mi caso.
Desde que tengo uso de razón en casa se hacían las chulas, (conocidas además por bolicos o fritos) en cualquier momento.
Que por lo que fuera, ese día en particular coincidía que no había mucha cosa por casa para preparar la cena, se hacían chulas, o también, todo sea dicho de paso, pocas ganas de cocinar, pues volvía a tocar chulas, para ello se batían unos huevos, se añadía un poco de agua o leche, algo de harina, una pizca de sal se mezclaba todo muy bien y ya teníamos listo el “amoado” para llevar a la sartén, después solo era poner un poco de azúcar por encima y así calentitas era el momento de disfrutar de este manjar sencillo y austero pero rico a rabiar.
Una cena rápida muy socorrida para esos días con la despensa vacía o pocas ganas de cocinar.
Las chulas se pueden hacer con infinidad de ingredientes, las que os acabo de describir son las más básicas y comunes, pero las tradicionales por antonomasia en Galicia son las de calabaza, fruta conocida en mi tierra por “calacú” otras van elaboradas con manzana, grelos, arroz, etc. Hoy haremos estas últimas, las de arroz, que por cierto son mis preferidas, no sé cómo aún no tengo publicada la receta, la verdad, debe ser que siempre que me pongo con ellas es cuando me sobra un poco de arroz blanco del mediodía y a modo de aprovechamiento las hago para cenar, pero como comprenderéis a esas horas no me pongo con las fotos, por la noche no apetece ni hay buena luz para estos menesteres.
Esta vez he hervido el arroz para la ocasión y las he preparado en un momento, unas fotitos y receta para el blog lista. Así que poneros manos a la obra que hoy os muestro las chulas que más me gustan, las de arroz, además, tal y como las hacía mi abuela, una receta tradicional de lujo y por encima muy rápida de elaborar con poquitos ingredientes.
Sin más dilación vamos con la receta.
Ingredientes:
325 g de arroz redondo ya cocido con sal al gusto
5 huevos
5 cucharadas de harina floja
2 cucharadas de azúcar
Rayadura de limón
1 chorro de anís dulce (opcional)
Aceite de oliva suave para freír
Preparación:
1— Ponemos a hervir el arroz en agua con sal como de costumbre.
2— Pesamos 325 g de arroz cocido, lo ponemos en un bol, batimos 5 huevos y se los añadimos, también 2 cucharadas de azúcar y rayamos la piel de medio limón, mezclamos bien el amoado.
3— Ahora añadimos la harina poco a poco y vamos mezclando procurando que no queden grumos. Dejamos reposando la masa 1 hora.
4— Pasado este tiempo ponemos una sartén al fuego con aceite abundante y dejamos que se caliente bien.
5— Vamos cogiendo porciones de masa con una cuchara y poniéndolas en el aceite que tenemos caliente, dejamos que se hagan, por un lado, y damos la vuelta para que se hagan por el otro. Vamos haciendo esto mismo hasta terminar toda la masa.
6— Las iremos colocando en una fuente con papel absorbente por debajo para que absorba el exceso de aceite.
7— Por último las colocamos en la fuente donde las vayamos a servir y espolvoreamos con bien de azúcar por encima.
8— Servimos calentitas.
Buen provecho!
¡Te vas a chupar los dedos!
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