¿Que os parece si visitámos virtualmente lugares ligados a nuestra memoria gastronómica? Hoy visitámos Portugal, este país sin duda me viene a la mente por el buen comer, cuando lo hago, la primera imagen que visualizo son los “Pastéis de Belém”, llamados así en portugués, estos pasteles son de crema y están
deliciosos. Denominados pasteles de nata en el resto de pastelerías del país, ya qué los pastéis de Belén son marca registrada de una exclusiva pastelería de Lisboa, ¿Sabías que la idea de hacer Pastéis de Belém partió del aprovechamiento de las yemas de huevo que sobraban de hacer las hostias? La receta secreta de estos pasteles es original del Monasterio de los Jerónimos y fue en 1837 cuando comenzaron a fabricarse en las instalaciones anexas de la antigua refinería de caña de azúcar.
El motivo fue que en 1820 se inició la Revolución Liberal de Portugal, todos los conventos del país se cerraron, dejando a sus habitantes en la calle y sin nada que llevarse a la boca. Así que para ganarse la vida, uno de estos monjes decidió empezar a elaborar y vender estos pasteles en un comercio asociado a dicha refinería. Pasados tres años, el monje reconvertido en pastelero tomó la decisión de vender el negocio y su receta a Domingos Rafael Alves, un comerciante portugués que regresó de Brasil. En la actualidad la pastelería sigue regentada por los descendientes de Don Domingos Rafael Alves.
Estas tartaletas de crema están hechas con una receta secreta que no se ha revelado durante casi doscientos años. Por lo que sé, solo tres personas conocen la receta. Estos dulces son dignos de recordar por su delicioso sabor, además un orgullo de la gastronomía portuguesa.
A puerta cerrada, en el llamado “taller secreto” (oficina do segredo), comienza la producción de la masa y la crema, proceso que dura dos días. La masa es de hojaldre y la crema tiene una base de yema de huevo, leche y azúcar, son elaborados por sus maestros pasteleros, estos profesionales son los únicos afortunados que conocen la receta original, conocidos con el sobrenombre de
“Maestros del secreto”, antes de empezar a trabajar en la empresa familiar, están obligados a firmar un contrato de confidencialidad.
El Pastel de Nata se vende en toda Lisboa y resto de Portugal, pero nada como el original Pastel de Belém. Se recomienda acompañarlos con un buen café, también se pueden espolvorear con un poco de azúcar y canela en polvo, aunque sin nada ya están buenísimos, para mi gusto no le hace falta más, lo ideal es disfrutar de su delicioso sabor sin enmascararlo.
Hoy os voy a mostrar cómo hacer mi versión de la receta de Pastel de Belém, la tartaleta de crema tradicional de la región de Belém en Portugal.
Ingredientes
(12 Unidades aprox)
1 lámina de hojaldre cuadrada (250 g)
230 g de azúcar
177 g de agua
94 g de yemas tamizadas (aproximadamente 6)
46 g de maicena
265 g de leche
Monda de 1 limón
1 rama de canela
Preparación relleno
1-Lo primero será hacer el jarabe, para ello mezclamos el agua y el azúcar.
2- Colocamos la rama de canela y la cáscara de limón y llevamos al fuego medio hasta que hierva y espese un poco, justo cuando alcance el punto de bola, que es cuando se forma una gotita al ponerla en agua. Sobre cuatro minutos.
3- Dejamos que el almíbar se enfríe un poco.
4- Mientras tanto, en otro cazo, mezclamos la leche fría con la maicena y llevamos a fuego medio hasta que espese. Tenemos cuidado de no espesar demasiado.
5- Después de espesar, con el fuego apagado, añadimos el almíbar que hemos preparado en forma de hilo y lo mezclamos muy rápido con una varilla para que no se formen grumos.
6- Cuando entibia la crema batimos bien las yemas.
7- Ya por último, con el fuego apagado, mezclamos bien las yemas con la mezcla anterior y reservamos.
Montaje tartaletas
1- Enrollamos la lámina de hojaldre y hacemos cortes en la masa de 2 dedos aproximadamente.
2- Colocamos un pequeño trozo de masa en el molde, mojamos los dedos con agua y vamos aplastando la masa para cubrir bien con ella el molde de la tartaleta.
3- Después de modelar los pasteles, colocamos el relleno rellenando ¾ del molde para que no se derrame.
4- Para hornear los pasteles, Precalentamos el horno a 220 grados, horneamos durante unos 15 minutos o hasta que los pasteles estén dorados y tengan manchitas por encima, colocamos en la parte de abajo del todo, exactamente en el fondo del horno, estes dulces necesitan una cocción con mucha temperatura pero muy rápido para que se cocine muy bien el hojaldre y quede crujiente.
5- Dejamos templar sobre una rejilla y a disfrutar así templaditos que es como mejor están!
Buen provecho!
Te vas a chupar los dedos!
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