En Galicia, en tiempos pasados de hambruna, era común alimentarse a base de papas, (papas quiere decir papilla) el motivo supongo que sería que llenaban el estómago con poca cosa.
De todas las papas tradicionales que tenemos en Galicia, (ejemplos, arrandas, afreitas, millas, trigas, pegas, etc.) solamente han llegado a nuestros días de forma habitual las de arroz, llamadas en la actualidad arroz con leche, apelativo que nos aleja de lo tradicional y nos hace ser uno más de cualquier sitio, con lo bonito que es decir “papas de arroz” como siempre las han llamado las abuelas gallegas.
Hay tres cosas que se diferencian en unas buenas “papas de arroz”.
La primera es la cantidad de grasa, hay que compensar la perdida de grasa actual con la que tenía la leche de vaca antigua, por eso ponemos nata y mantequilla.
Segunda, el tiempo de cocción debe de ser larga, lenta y con reposos, removiendo constantemente el arroz para que suelte almidón y hacer que la leche quede cremosa.
Por último y tercera, la proporción de arroz y leche será 1 /10 más o menos para que nos quede cremoso y no pegote.
Lo habitual en otros tiempos en mi tierra era hacer el arroz con leche mucho más sencillo que el que se puede hacer a día de hoy.
Disponer de azúcar era artículo de lujo y había que racionar bastante las cantidades que se usaban, a veces se endulzaba con un poco de miel de las abejas que había en casa.
Normalmente, la canela tampoco era frecuente tenerla al alcance de la mano, incluso se espesaba la leche con algo de harina de maíz para utilizar menos arroz, ya que este también era un bien escaso en tiempos de posguerra.
Aunque siempre había unos pocos privilegiados, gente pudiente que hacía este plato igual que el que se elabora en la actualidad, eso si, esta gente era una minoría.
La receta que os comparto hoy es algo más completa que las que preparaban la mayoría de las abuelas gallegas de antaño en aquellos años tan difíciles.
Un espectáculo de receta, palabrita.
INGREDIENTES
250 ml de nata 35% MG
1250 ml de leche entera fresca
La piel de un limón sin lo blanco
1 rama de canela
Pizca de sal
1 chorrito de anís dulce (opcional) en Galicia no es habitual, pero le queda muy bien
100 g de azúcar
125 g de arroz redondo
1 cucharada rasa de mantequilla
Canela molida o azúcar para quemar
1 cucharada de maicena y 125 ml de leche (opcional)
PREPARACIÓN
Primera parte:
1-Ponemos la leche, la nata, la monda de limón, la rama de canela y el arroz con una pizca de sal al fuego removiendo hasta que comience a hervir, dejamos al fuego tres minutos. Retiramos del fuego, tapamos la olla y esperamos media hora.
Segunda parte:
2- Volvemos a poner al fuego sin dejar de remover con una varilla y dejamos que hierva otros tres minutos, retiramos del fuego, tapamos la olla y esperamos media hora.
Tercera parte:
3- Ponemos otra vez al fuego, añadimos el azúcar y el anís, dejamos que hierva tres minutos. Miramos si nos gusta la consistencia del arroz, si no, podemos añadir algún minuto extra.
NOTA- Yo personalmente también le pongo una cucharada de maicena disuelta en 125 ml de leche fría, al final cuando está en ebullición, con mucho cuidado de revolver en todo momento para que no se agarre al fondo de la cazuela, le da una textura cremosa sin igual, pero esto es totalmente opcional.
4- Retiramos del fuego y añadimos la cucharada rasa de mantequilla.
5- Retiramos el limon y la canela en rama para que no le dé amargor.
6- Listo ya podemos servir tanto calientes como frías en tacitas con canela por encima o azúcar quemado.
¡Listo!
Detalle de la cremosidad.
Te vas a chupar los dedos!!
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