Hoy vengo con un plato de aldea muy sencillo y humilde, unos huevos caseros fritos con pan de Borona y chorizo gallego, todo revuelto en la sartén.
Antiguamente en las casas gallegas de aldea no faltaba el pan de maíz, ya que se cocía en casa con el maíz que se cosechaba para todo el año, el trigo era un bien escaso reservado solo para días especiales como las fiestas, tampoco faltaban los huevos caseros, puesto que en todas las casas se criaban gallinas, y siempre había algún que otro chorizo de la matanza.
Mi madre y mi abuela me lo hacían mucho cuando era pequeña, recuerdo ese olor que impregnaba toda la cocina cuando me lo estaban preparando, a día de hoy, yo lo sigo haciendo de vez en cuando en casa, y cuando la sartén empieza a soltar ese olor... hace que automáticamente me transporte aquellos tiempos tan felices de mi niñez.
No hay ningún sentido que te haga recordar más que el sentido del olfato.
Ingredientes
2 huevos de casa
1 chorizo
1 trozo de pan de maíz generoso
Aceite de oliva
Preparación
Ponemos aceite a calentar en una sartén, la cantidad va un poco a ojo, tiene que ser el suficiente para poder freír los huevos, sin pasarnos.
Añadimos el chorizo picado en el aceite caliente y lo doramos un poco, aumentará la grasa de la sartén, ya que se ha derretido la grasa del chorizo, esto también lo tenemos que tener en cuenta para no pasarnos con el aceite, una vez dorado, lo sacamos de la sartén y lo reservamos.
Ahora en el aceite y la grasa del chorizo caliente ponemos los huevos y los freímos sin cuajar la yema.
Cuando tengamos puntilla en la clara, pero la yema, poco cuajada, será el momento de añadir el pan de maíz a los huevos. Ahora añadimos el pan de maíz deshecho con las manos, lo vamos revolviendo y deshaciendo todo con un tenedor, este proceso lo haremos con la sartén al fuego para que el pan se dore un poquito. Por último añadimos el chorizo que teníamos reservado, damos unas vueltas para integrar todo y listo.
No sabía que en Galicia también teníamos nuestra receta de migas!